¡Buenas!, Ya tengo listo la parte IV del pequeño relato estelar; la parte anterior de La última estrella en el cielo la puedes leer aquí parte III o si no sabes de que estoy hablando empieza mejor por la parte I.
La última estrella en el cielo
IV
Hasta la Medianoche
Cielo sigue oscuro
pero aparecen y desaparecen puntos por todas partes, pequeños y brillantes como
diamantes, algunos centellan llamando mi atención, no tenía idea que el cielo
nocturno podría ser así de interesante, las vidas se vuelven luciérnagas,
pequeñas y efímeras, hermosas parece que al cielo rompen, el cielo prende en
lumbre tenue, parece frágil como cristal, infinito sin ningún símil, galaxias
por doquier miles y miles de mundos casi desconocidos y millones por conocer;
es difícil que alguna estrella en particular me convenza, es que el cielo por
completo parece brillar pero si solo me quedará con algún punto sería… salvo
aquel centellar bien al norte, no es el punto más lumínico pero si el más
particular, viéndole de reojo y sonriéndole de vez en cuando sin saber su
nombre me robó inconscientemente algo de mi atención esa pequeña damisela,
hasta que en la contraparte lejana al sur del manto celestial comienza a
brillar como platino, mis ojos comenzaron a divisar una nueva y magnética
sonrisa.
Se levanta tímida y
galante entre las nubes en un cielo maravilloso, tapizado de estrellas, su
cabellera color de la noche azabache, sus ojos profundos como los más profundos
mares, océanos misteriosos y su piel pálida llena de pequeñitos lunares;
vestida de plata y seda se asoma sonriente en la cima de la bóveda celeste;
Luna Creciente, te presentas como aquella forma esbelta semilunar, semidiosa
serena en su semblante pero con los pies muy lejos de la tierra. A diferencia
de los otros diminutos puntos, su elegancia demoledora era imponente, no como
un Sol pero si tan importante como para generar ciclones levantar la marea de
mis más primitivas pasiones, ante el viento bien iracundo que me trajo tu
nombre Selene, desde mi balcón me prestaste tus oídos, el favor más placentero
que nadie me había brindado hasta ahora, hiciste de tus tímpanos escuchar mis
miedos, derretir los sentimientos que se convirtieron en témpanos de hielo, tu
voz angelical se dio cita con mis orejas y de charla en charla creía conocernos
más, de carácter parecido, de postura introvertida y seria; salimos a tomar un
café, buscando escuchar Nirvana en el estéreo, hablando de nuestras lecturas
favoritas, en paisajes color azulado; llenos de dudas por la vida,
experimentando cada segundo viendo detalles al microscopio y cuestionándolo
todo por la ciencia de disfrutar; ¿Infierno o paraíso? A donde pararemos siendo
tan blasfemos, ¿Por qué razón estamos? ¿Para qué nos encontramos? Así son
nuestras pláticas, 90% preguntas, compartimos gestos, gustos e incluso los
bostezos; razonamos todo obviamos al corazón y damos abrazos con conciencia,
pensamos cada caricia, buscamos significado a cada momento con miedo a la
muerte queremos trascender y no ser solo en un futuro huesos; ¿Por qué el
universo es tan grande y somos tan pequeños? ¿Por qué tan basto el espacio si
no hay nadie que pueda conocerlo? ¿Quién es quién pone las piedras en el
camino? Quien volvió noche al día, quien crea las tormentas, los diluvios, las sequías, ¿Quién es ese que se viste de tempestad y hambruna? ¿Quién toca a los
vivos vestido de la muerte? ¿Qué somos? ¿Qué fuimos? ¿Qué seremos? Cenizas a
las cenizas, polvo al polvo. Con fragmentos de respuestas y entre creencias
famélicas nos amamos, Luna también te encanta el vodka y el humo del tabaco, besos
que saben a inteligencia, imanes con la misma polaridad, dimos alivio a la
realidad metiéndonos juntos de lleno en las más fantásticas novelas,
compartimos mundos inexplorados con cielos verdosos, abrimos con nuestros roces
un poco nuestro ser. Luna Creciente con su luz cinérea y misteriosa, Luna
mantente creciendo como persona e inspírame, tómame en tu camino al asenso se
mi muleta y úsame como más te plazca porque como tú que estás ahí sonriente en
medio del cielo más mágico, yo estoy aquí sonriente viéndote y es que todo cambia…
Las estrellas
murmullan, algunas voltean a ver a donde estoy, otras como Estrella del Norte
ni han advertido mi presencia, todas reparten luz por el cielo, pero yo quiero
a mi Luna, Luna Cuarto Creciente, me muestras tu sonrisa radiante todos tus
dientes, una sonrisa sincera y enorme, me hablas de romanticismo y yo te
escucho con los oídos más receptivos desde el balcón, te veo entre la maleza y
espigas radiando esperanza, a veces tras una cortina de cirros, nubes espumosas
y pacíficas, Selene madre del confort, estar contigo es reconfortante tu
energía es tibia y entibiece mi alma, no quemas, en tu corazón no hay llamas es
tranquilidad lo que circula por tus venas que oxigenan y renuevan mi espíritu;
vislumbrar tu futuro es sorprendente, vas creciendo a cada segundo sin que te
des cuenta, después de parpadear ya de pronto te ves un poco más grande; ¿Qué
es lo quieres?, ¿A dónde quieres llegar? No sé pero me dan ansias de seguirte,
como si tu éxito fuera parte del mío, lo disfruto como tú y me emociona, el
amor que armamos es conocimiento, sin prisa cariño el amor está en el detalle.
Luna Gibosa Creciente, tu convexidad es tu plenitud, te extiendes en cada plano
de tu existencia siendo mejor persona, es de admirar esa belleza interior que
por supuesto se expresa en tu genética con una preciosa belleza exterior; por
fin me he prendido en tu mente, me piensas y me dices que me quieres, besos en
la mejilla se traducen como amor sutil, riqueza en nuestras actitudes la noche
es placentera y los sentidos se agudizan por intentar maximizar la experiencia,
cada neurona conecta con la química del amor, liberando transmisores, liberando
el alma, rozando nuestra piel por encima de la ropa en un abrazo, el sentir es
exponencial vas creciendo, voy creciendo y va creciendo lo que siento. Detrás
de tu perfume arándano, me sumerjo oliendo tu cabello platinado, oh cielo
estrellado decoras el paisaje que me está enamorando.
¿Cómo le haces? Cada
palabra tuya llena mi oído, cada pensamiento tuyo llena mi cerebro, cada
sonrisa tuya llena mi corazón, cada tacto tuyo llena mi alma, tu llenas mi
vida, estás en el cenit, completa sobre el cielo que ya he descrito,
completamente dispuesta y ya ahondando en tu futuro tan esperado, Luna Llena te
admiro con cada letra, dices disfrutar de mi compañía y por supuesto que yo
disfruto de la tuya, Selene en plenilunio envuelta en magnificencia su belleza
se multiplica y está más hermosa que nunca, vestida de la forma más encantadora
brilla como plata pulida, las nubes le rodean no son capaces de ocultarla,
pequeñas estrellas de chaperonas le enmarcan, voy saltando baldosas
persiguiéndole, mojándome, cada charco uso mi traje para que sus zapatillas no
se manchen, si el cielo se atreviese a verter sus lágrimas yo soy quien sujetaría
la sombrilla, quien soportase la adversidad esperando. Deseo ese futuro
envolvente en diamantinas, llévame a aquel confín donde alojas el éxito tu
sonrisa se convierte en un manto de confianza y me lleva por todo lo añorado y
esencial, todo lo que necesito me lo muestras. La laguna te refleja, el pasto
acaricia mis piernas, mis penas te aúllan cual jauría de renuentes pasiones,
lobos que pulsan con ímpetu mi corazón, aprieta a este terrenal que se
convierte en licántropo, el frenesí me vuelve bestia quiero armar y desarmar
cada parte de ti, saber de qué estas hecha, amar y amarte, ¿Por qué no me amas
de la forma que yo quisiera? Me tomas del hombro y me muestras el más genuino e
inocente aprecio; ¡No necesito eso! Necesito saciar mi libido, volverme un
rufián, hacerte mía.
Arroyado por la vida,
derruido y corroído por tu amistad tan lejana, coqueteas con los astros más
poderosos, obviamente tal dama no merece menos que la estrella más brillante,
que el planeta más atrayente, que aquel Saturno tan poderoso y sus flamantes
anillos, Júpiter él más grande, yo ni se, Luna Llena me pregunta que opino,
¿Realmente es necesario que me preguntes por tu mejor partido?, mordiendo mi
labio por dentro solo medio sonrió agito la mano y digo, no sé no sé, ella no
querrá algo terrenal y tan pequeño, mi ánimo molido por mi Sol y a pesar de que
Lucero logro cauterizar superficialmente mis heridas son muy fáciles de abrir,
Luna Llena me ve con ojos de amor, con ojos de compasión y pena, lastima y
apego, amistad y miedo a mis complejos. Brillas y te ves tan candente, me
guiñas cual cómplice, irónico si ni puedo siquiera tocarte. Te enamoras de
cualquier astro te vuelves vorágine haces de los mares de amores se vuelvan
terribles tifones, me llaman loco por ti yo lo llamo marea alta, al margen de
lo que la gente piensa me gusta hablarte, si necesitas arrojar lagrimas lunares
aquí está mi hombro para hacer sostén a tu mentón, si quieres un abrazo pídelo,
si necesitas un beso solo mírame yo al instante podre saberlo. Luna estas en
punto más alto, en la cima, lo más completa posible, Selene estas en lo más
alto en la cima, subiste por esa empinada cordillera pero solo queda una vereda
y esa vereda solo sigue un camino y ese camino solo lleva abajo.
La pendiente. Luna
Cuarto Menguante, ¿Qué te hace falta? Tal astro se llevó parte de tu corazón,
te dejo problemas y un lastre y se llevó parte de tu brillo, esa sonrisa
radiante en el cielo se volvieron labios caídos, labios tristes, vas por el
camino de la decadencia y te alejas del mundo, te miro y te acompaño tomo tu
hombro y bajo cada peldaño que bajas, cada escalón escalera abajo te sigo. Te
vuelves promiscua, fácil, alteras tu estado del animo a cada minuto, te quejas
de mi estupidez por seguirte camino a la más podrida grieta yo pienso que ni
hemos tocado nuestros labios y ya me siento tuyo, me he contenido tanto por
pesar que fueras a caer por mi culpa. Al final de cuentas no fui yo quien te
hizo caer y me arrepiento por no haber tomado cartas en el asunto, tu estas tan
absorbida en tu faltante, ¿No te das cuenta del brillo que todavía mantienes?
Mis palabras se vuelven líquido y pasan como agua por tus oídos, en cambio tus
palabras se convierten en cuchillas y me liquidan desde lo más profundo, Selene
Menguante, en tu posición alcanzo a ver parte de tu lado oscuro, realizo que
eres alguien con dos caras alguien falsa y cuya luz siempre ha sido el reflejo
de otros astros, ¿Qué será de tanta hipocresía? Tu futuro se esfuma y hace
humaredas. En todas tus facetas, ¿es posible amarte? Si te hice el amor con los
ojos, si te prometí todo si te cumplí lo prometido, ¿Por qué vienes insulsa a
decirme las palabras más crueles? dices: fuimos unos desconocidos que lo que más
disfrutaron fue conocerse, ahora que somos conocidos. ¿Qué tenemos?
Te evades en alcohol
y drogas, te mojas siguiendo cualquier planeta sea esa diosa que soñé se volvió
una cualquiera, te metes con quien sea, esa niña sufre como mujer y es
delirante, no sabe quién es, quiere estar pero ya no sabe ni con quien ni
donde, es fácil confundir el amor con el placer, buscar amor es duro ¿Y estar
sola contra toda la galaxia? Ya estuvo con tantos planetas, ¿Cuántos tuvo
dentro? ¿A todos o le falta alguno? Las ilusiones se amplifican, buscando
destellos que le reflejen luz por su cuerpo, ¿Alguien más sabe sus ambiciones?
¿O ella ya se devaluó? No es que ella venda su carne ella solamente está
alquilando su alma. Luna Nueva, volviste al oscurantismo yo he pasado por ahí
más no me sé el camino de vuelta es un laberinto móvil. Eufórico noté tu sudor
por tus palmas frías, tus cambios constantes eran la norma, siempre a peor
haciendo malabarismos con la desdicha, la miseria y el desamor. Te martirizas
pero yo soy un faquir y tu abrasivo infortunio comienza a deslizarse y
resbalarse por mi piel, Selene ya sé porque quien te conoce te llama lunática o
se vuelve un lunático, noto tus cráteres en tu superficie que penetran la
profundidad de tu ser, esos errores que marcan desde afuera hasta adentro,
¿Hasta dónde llegaras?, Luna Nueva te llamo no por realmente serlo, estas cada
vez más vieja, cada vez más arrugas pero eres tan diferente a la Luna que
conocí aquella vez tan sonriente, aquel pedacito tan prometedor e incandescente
y ahora eres solo roca fría, roca negra, tan diferente que podría decir que
eres alguien nueva en mi vida y te alejas, te apagas en un cielo estrellado, en
un cielo poco nublado, jamás te voy a olvidar, jamás me vas a olvidar me dices:
me recuerdas solo diles que no me conoces, y te vas finalmente. Mi conciencia
me cuestiona ¿Y qué vas a hacer? ¿Yo? Probablemente nada, aguantare aquí hasta
que ya sea de mañana.
Continuación: Parte V
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