viernes, 13 de mayo de 2016

La última estrella en el cielo (parte IV: Hasta la Medianoche) | Relato propio



¡Buenas!, Ya tengo listo la parte IV del pequeño relato estelar; la parte anterior de La última estrella en el cielo la puedes leer aquí parte III o si no sabes de que estoy hablando empieza mejor por la parte I.

La última estrella en el cielo

IV

Hasta la Medianoche 





Cielo sigue oscuro pero aparecen y desaparecen puntos por todas partes, pequeños y brillantes como diamantes, algunos centellan llamando mi atención, no tenía idea que el cielo nocturno podría ser así de interesante, las vidas se vuelven luciérnagas, pequeñas y efímeras, hermosas parece que al cielo rompen, el cielo prende en lumbre tenue, parece frágil como cristal, infinito sin ningún símil, galaxias por doquier miles y miles de mundos casi desconocidos y millones por conocer; es difícil que alguna estrella en particular me convenza, es que el cielo por completo parece brillar pero si solo me quedará con algún punto sería… salvo aquel centellar bien al norte, no es el punto más lumínico pero si el más particular, viéndole de reojo y sonriéndole de vez en cuando sin saber su nombre me robó inconscientemente algo de mi atención esa pequeña damisela, hasta que en la contraparte lejana al sur del manto celestial comienza a brillar como platino, mis ojos comenzaron a divisar una nueva y magnética sonrisa.   


Se levanta tímida y galante entre las nubes en un cielo maravilloso, tapizado de estrellas, su cabellera color de la noche azabache, sus ojos profundos como los más profundos mares, océanos misteriosos y su piel pálida llena de pequeñitos lunares; vestida de plata y seda se asoma sonriente en la cima de la bóveda celeste; Luna Creciente, te presentas como aquella forma esbelta semilunar, semidiosa serena en su semblante pero con los pies muy lejos de la tierra. A diferencia de los otros diminutos puntos, su elegancia demoledora era imponente, no como un Sol pero si tan importante como para generar ciclones levantar la marea de mis más primitivas pasiones, ante el viento bien iracundo que me trajo tu nombre Selene, desde mi balcón me prestaste tus oídos, el favor más placentero que nadie me había brindado hasta ahora, hiciste de tus tímpanos escuchar mis miedos, derretir los sentimientos que se convirtieron en témpanos de hielo, tu voz angelical se dio cita con mis orejas y de charla en charla creía conocernos más, de carácter parecido, de postura introvertida y seria; salimos a tomar un café, buscando escuchar Nirvana en el estéreo, hablando de nuestras lecturas favoritas, en paisajes color azulado; llenos de dudas por la vida, experimentando cada segundo viendo detalles al microscopio y cuestionándolo todo por la ciencia de disfrutar; ¿Infierno o paraíso? A donde pararemos siendo tan blasfemos, ¿Por qué razón estamos? ¿Para qué nos encontramos? Así son nuestras pláticas, 90% preguntas, compartimos gestos, gustos e incluso los bostezos; razonamos todo obviamos al corazón y damos abrazos con conciencia, pensamos cada caricia, buscamos significado a cada momento con miedo a la muerte queremos trascender y no ser solo en un futuro huesos; ¿Por qué el universo es tan grande y somos tan pequeños? ¿Por qué tan basto el espacio si no hay nadie que pueda conocerlo? ¿Quién es quién pone las piedras en el camino? Quien volvió noche al día, quien crea las tormentas, los diluvios, las sequías, ¿Quién es ese que se viste de tempestad y hambruna? ¿Quién toca a los vivos vestido de la muerte? ¿Qué somos? ¿Qué fuimos? ¿Qué seremos? Cenizas a las cenizas, polvo al polvo. Con fragmentos de respuestas y entre creencias famélicas nos amamos, Luna también te encanta el vodka y el humo del tabaco, besos que saben a inteligencia, imanes con la misma polaridad, dimos alivio a la realidad metiéndonos juntos de lleno en las más fantásticas novelas, compartimos mundos inexplorados con cielos verdosos, abrimos con nuestros roces un poco nuestro ser. Luna Creciente con su luz cinérea y misteriosa, Luna mantente creciendo como persona e inspírame, tómame en tu camino al asenso se mi muleta y úsame como más te plazca porque como tú que estás ahí sonriente en medio del cielo más mágico, yo estoy aquí sonriente viéndote y es que todo  cambia…

Las estrellas murmullan, algunas voltean a ver a donde estoy, otras como Estrella del Norte ni han advertido mi presencia, todas reparten luz por el cielo, pero yo quiero a mi Luna, Luna Cuarto Creciente, me muestras tu sonrisa radiante todos tus dientes, una sonrisa sincera y enorme, me hablas de romanticismo y yo te escucho con los oídos más receptivos desde el balcón, te veo entre la maleza y espigas radiando esperanza, a veces tras una cortina de cirros, nubes espumosas y pacíficas, Selene madre del confort, estar contigo es reconfortante tu energía es tibia y entibiece mi alma, no quemas, en tu corazón no hay llamas es tranquilidad lo que circula por tus venas que oxigenan y renuevan mi espíritu; vislumbrar tu futuro es sorprendente, vas creciendo a cada segundo sin que te des cuenta, después de parpadear ya de pronto te ves un poco más grande; ¿Qué es lo quieres?, ¿A dónde quieres llegar? No sé pero me dan ansias de seguirte, como si tu éxito fuera parte del mío, lo disfruto como tú y me emociona, el amor que armamos es conocimiento, sin prisa cariño el amor está en el detalle. Luna Gibosa Creciente, tu convexidad es tu plenitud, te extiendes en cada plano de tu existencia siendo mejor persona, es de admirar esa belleza interior que por supuesto se expresa en tu genética con una preciosa belleza exterior; por fin me he prendido en tu mente, me piensas y me dices que me quieres, besos en la mejilla se traducen como amor sutil, riqueza en nuestras actitudes la noche es placentera y los sentidos se agudizan por intentar maximizar la experiencia, cada neurona conecta con la química del amor, liberando transmisores, liberando el alma, rozando nuestra piel por encima de la ropa en un abrazo, el sentir es exponencial vas creciendo, voy creciendo y va creciendo lo que siento. Detrás de tu perfume arándano, me sumerjo oliendo tu cabello platinado, oh cielo estrellado decoras el paisaje que me está enamorando.

¿Cómo le haces? Cada palabra tuya llena mi oído, cada pensamiento tuyo llena mi cerebro, cada sonrisa tuya llena mi corazón, cada tacto tuyo llena mi alma, tu llenas mi vida, estás en el cenit, completa sobre el cielo que ya he descrito, completamente dispuesta y ya ahondando en tu futuro tan esperado, Luna Llena te admiro con cada letra, dices disfrutar de mi compañía y por supuesto que yo disfruto de la tuya, Selene en plenilunio envuelta en magnificencia su belleza se multiplica y está más hermosa que nunca, vestida de la forma más encantadora brilla como plata pulida, las nubes le rodean no son capaces de ocultarla, pequeñas estrellas de chaperonas le enmarcan, voy saltando baldosas persiguiéndole, mojándome, cada charco uso mi traje para que sus zapatillas no se manchen, si el cielo se atreviese a verter sus lágrimas yo soy quien sujetaría la sombrilla, quien soportase la adversidad esperando. Deseo ese futuro envolvente en diamantinas, llévame a aquel confín donde alojas el éxito tu sonrisa se convierte en un manto de confianza y me lleva por todo lo añorado y esencial, todo lo que necesito me lo muestras. La laguna te refleja, el pasto acaricia mis piernas, mis penas te aúllan cual jauría de renuentes pasiones, lobos que pulsan con ímpetu mi corazón, aprieta a este terrenal que se convierte en licántropo, el frenesí me vuelve bestia quiero armar y desarmar cada parte de ti, saber de qué estas hecha, amar y amarte, ¿Por qué no me amas de la forma que yo quisiera? Me tomas del hombro y me muestras el más genuino e inocente aprecio; ¡No necesito eso! Necesito saciar mi libido, volverme un rufián, hacerte mía.

Arroyado por la vida, derruido y corroído por tu amistad tan lejana, coqueteas con los astros más poderosos, obviamente tal dama no merece menos que la estrella más brillante, que el planeta más atrayente, que aquel Saturno tan poderoso y sus flamantes anillos, Júpiter él más grande, yo ni se, Luna Llena me pregunta que opino, ¿Realmente es necesario que me preguntes por tu mejor partido?, mordiendo mi labio por dentro solo medio sonrió agito la mano y digo, no sé no sé, ella no querrá algo terrenal y tan pequeño, mi ánimo molido por mi Sol y a pesar de que Lucero logro cauterizar superficialmente mis heridas son muy fáciles de abrir, Luna Llena me ve con ojos de amor, con ojos de compasión y pena, lastima y apego, amistad y miedo a mis complejos. Brillas y te ves tan candente, me guiñas cual cómplice, irónico si ni puedo siquiera tocarte. Te enamoras de cualquier astro te vuelves vorágine haces de los mares de amores se vuelvan terribles tifones, me llaman loco por ti yo lo llamo marea alta, al margen de lo que la gente piensa me gusta hablarte, si necesitas arrojar lagrimas lunares aquí está mi hombro para hacer sostén a tu mentón, si quieres un abrazo pídelo, si necesitas un beso solo mírame yo al instante podre saberlo. Luna estas en punto más alto, en la cima, lo más completa posible, Selene estas en lo más alto en la cima, subiste por esa empinada cordillera pero solo queda una vereda y esa vereda solo sigue un camino y ese camino solo lleva abajo.

La pendiente. Luna Cuarto Menguante, ¿Qué te hace falta? Tal astro se llevó parte de tu corazón, te dejo problemas y un lastre y se llevó parte de tu brillo, esa sonrisa radiante en el cielo se volvieron labios caídos, labios tristes, vas por el camino de la decadencia y te alejas del mundo, te miro y te acompaño tomo tu hombro y bajo cada peldaño que bajas, cada escalón escalera abajo te sigo. Te vuelves promiscua, fácil, alteras tu estado del animo a cada minuto, te quejas de mi estupidez por seguirte camino a la más podrida grieta yo pienso que ni hemos tocado nuestros labios y ya me siento tuyo, me he contenido tanto por pesar que fueras a caer por mi culpa. Al final de cuentas no fui yo quien te hizo caer y me arrepiento por no haber tomado cartas en el asunto, tu estas tan absorbida en tu faltante, ¿No te das cuenta del brillo que todavía mantienes? Mis palabras se vuelven líquido y pasan como agua por tus oídos, en cambio tus palabras se convierten en cuchillas y me liquidan desde lo más profundo, Selene Menguante, en tu posición alcanzo a ver parte de tu lado oscuro, realizo que eres alguien con dos caras alguien falsa y cuya luz siempre ha sido el reflejo de otros astros, ¿Qué será de tanta hipocresía? Tu futuro se esfuma y hace humaredas. En todas tus facetas, ¿es posible amarte? Si te hice el amor con los ojos, si te prometí todo si te cumplí lo prometido, ¿Por qué vienes insulsa a decirme las palabras más crueles? dices: fuimos unos desconocidos que lo que más disfrutaron fue conocerse, ahora que somos conocidos. ¿Qué tenemos?


Te evades en alcohol y drogas, te mojas siguiendo cualquier planeta sea esa diosa que soñé se volvió una cualquiera, te metes con quien sea, esa niña sufre como mujer y es delirante, no sabe quién es, quiere estar pero ya no sabe ni con quien ni donde, es fácil confundir el amor con el placer, buscar amor es duro ¿Y estar sola contra toda la galaxia? Ya estuvo con tantos planetas, ¿Cuántos tuvo dentro? ¿A todos o le falta alguno? Las ilusiones se amplifican, buscando destellos que le reflejen luz por su cuerpo, ¿Alguien más sabe sus ambiciones? ¿O ella ya se devaluó? No es que ella venda su carne ella solamente está alquilando su alma. Luna Nueva, volviste al oscurantismo yo he pasado por ahí más no me sé el camino de vuelta es un laberinto móvil. Eufórico noté tu sudor por tus palmas frías, tus cambios constantes eran la norma, siempre a peor haciendo malabarismos con la desdicha, la miseria y el desamor. Te martirizas pero yo soy un faquir y tu abrasivo infortunio comienza a deslizarse y resbalarse por mi piel, Selene ya sé porque quien te conoce te llama lunática o se vuelve un lunático, noto tus cráteres en tu superficie que penetran la profundidad de tu ser, esos errores que marcan desde afuera hasta adentro, ¿Hasta dónde llegaras?, Luna Nueva te llamo no por realmente serlo, estas cada vez más vieja, cada vez más arrugas pero eres tan diferente a la Luna que conocí aquella vez tan sonriente, aquel pedacito tan prometedor e incandescente y ahora eres solo roca fría, roca negra, tan diferente que podría decir que eres alguien nueva en mi vida y te alejas, te apagas en un cielo estrellado, en un cielo poco nublado, jamás te voy a olvidar, jamás me vas a olvidar me dices: me recuerdas solo diles que no me conoces, y te vas finalmente. Mi conciencia me cuestiona ¿Y qué vas a hacer? ¿Yo? Probablemente nada, aguantare aquí hasta que ya sea de mañana.

Continuación: Parte V


No hay comentarios.:

Publicar un comentario