sábado, 16 de abril de 2016

La última estrella en el cielo (Parte II: Crepuscular) | Relato propio


Continuemos con el breve relato está es la parte II, la parte I la encuentras aquí....

La última estrella en el cielo

II

Crepuscular


Luz crepuscular, o lo que es lo mismo: luz de mis recuerdos; no es más que aquella luz que se respalda en vivencias del pasado, la fuente que ilumina está ausente, un espejismo, está luz se sustenta en yo intentado aferrarme de vivencias, de memorias; no genera calor, tampoco ilumina como debe ser, todo tiene más sombras, más ángulos, más aristas, es misticismo y es repulsivo observar las mismas cosas que toda mi vida he visto con dicha hacer metamorfosis y convertirse en cosas que me molestan; lugares en los que disfrutaba estar se han vuelto los lugares que más odio… ¡maldita sea!, de un momento para otro donde sonreía lloro, donde carcajeaba escupo y donde era feliz…  ¿Qué lugares exentos de está satírica novela romántica me quedan?


Mi cueva, allá donde impera lo oscuro, donde apenas llegaron rayos de luz y por lo cual en mi día cuando mi Sol me acompañaba jamás visité; se me antoja cubrirme con pieles, frazadas, taparme los ojos con celo mi almohada, acurrucarme, sentir los ojos pesados, la respiración pausada, espiración tras inspiración sentir la expiación conforme la realidad se torna difusa, se mezclan los conceptos tanto palpables como oníricos para que mis ojos comiencen a moverse alocadamente tras mis parpados. ¿Con qué soñaré? Volverá a ser de día, la realidad se volverá pesadilla, mi sueño será lo que más importa, por tanto quiero dormir y no por cansancio, quiero soñar y no tengo saciedad, olvidarme de eso de despertar, no lo necesito, no necesito compañía, ¿Para qué ocupo que me acompañen si desconocen el pesar que siento? No necesito palmadas, palabras de ánimo me son acidas, esos ojos tristes que me ven detrás de los arbustos; ¡miradas de lastima me lastiman! Me señalan con el dedo, apuntan la solución al problema, dicen que es tan simple, que el tiempo lo cura, juzgan, confunden mi dolor por locura; algunos intentaran dar consuelo de manera noble y sincera, porque en algunas personas queda nobleza, pero mis heridas no sanaran con ello; algunos criticaran mis decisiones equivocadas ven desde el futuro el pasado y así se creen visionarios, no vale la pena estar con nadie por todo ello prefiero dormir. Así peleando y debatiendo pensamientos e ideas, comienzo a desvanecer mi conciencia y a despertar en otra parte…


¡Hola! Me da gusto poder volver a platicar contigo, pensaba que te vería hasta invierno después del equinoccio, pero adelante me da gusto que estés aquí de nueva cuenta ¿Sabes por qué en esta atmosfera no hay colores ni aire?, todo alrededor son símbolos, ¿Cuál es su valor? Sé que lo puedes entender, todo lo que nos rodea nos representa y esta ordenado de manera caótica pero con sentido y tú eres parte esencial de este escenario sin relojes; no te soy desconocido pero te soy extraño como una aurora boreal, me conoces tan bien y tan profundamente por tanto sabes y solo tú sabes el sufrimiento que atravesaré, sabes de mi mente retorcida; me doy cuenta de lo vulnerable y frágil que me volví, de lo dependiente a tu aprobación, a necesitar que me ames y ahora sin eso ¿Qué es lo que queda? conoces que soy tan valiente o tan cobarde que no me quitaré la vida; ¿pero puedo sobrellevarlo? ¡No puedo creer que te conociera! Y ahora vivo en las tinieblas, del amor a la niebla del odio que no me deja volver a ver tu rostro, me nubla el incierto futuro que me depara, mi Sol te has vuelto una nébula; eres un astro y yo solo soy polvo de estrella.

Así somos bienvenidos al mundo de ensueño en donde nuevamente coincidimos, allá en donde todo es distinto y no nos damos cuenta, aquí donde todo sigue siendo lo mismo y está perfecto; los peces vuelan, el aire es colorido y el mundo parece abstracto. En donde nos vemos pero no nos miramos, nos oímos con los labios, tomamos nuestras almas con las manos moldeando un sentimiento artificial; lo conocemos como amor. Es este un paisaje aleatorio, los relojes juegan con las manecillas llevándolas de adelante hacia atrás, atrás hacia adelante tentando la juventud y vejez, cociendo y descociendo memorias, recuerdos hechos a mano con aguja, un sastre de recuerdos y así me anima la mínima muestra de afecto que demuestra que se le puede otorgar amor al monstruo; amor, dos almas se unifican e imitan al romance; amor, el sentir que me irrita y hace efervescencia mi cerebro, un sentimiento genial que no puedo describirte ni la mitad ya que solo es menos que perfecto. 

Aunque no soy estúpido, es dura esa muralla que separa nuestros mundos pero intentaré lo máximo por derribarla; dormir para siempre es lo que más ansío. De momento guarda silencio, olvida ese detalle, esta vida no tiene que volverse algo agrio. Así mejor mi vida ¡Toma mi mano! Te invito a un paraíso bordeado de sombrío, a volar sobre una grieta; ¡Sí!, te invito de nueva cuenta a una cita. Así paseamos entre las nubes y estalactitas de rubí; armando una realidad infinita. ¡Subí por las montañas de su cuerpo!, ¡me sumí! en los valles de su pelvis sintiendo cosas que jamás había sentido, cosas extrañas y frenesí, ante nuestro calor el mismo universo se empaña.

¡Juro que el alivio de no tener que pensar en el futuro hace inútil la palabra dolor y la palabra orgullo!

Nadamos por el océano de sombras, sombras que desearon ser personas, limbo. Callados entre la penumbra, es curioso porque el silencio entre nosotros funciona; todo, hasta las palabras sobran ya que usted es propia de mis pensamientos.

Los relojes son complacientes nos dan el placer de envejecer juntos, me enseñas mi Sol como nace la vida, como eres el centro de mi sistema, como gira todo alrededor tuyo.

Al unirnos quemamos las sabanas, ¿deseas primor sentir el amor caliente en tu vientre y entre llamas?, así fue como noté que estábamos recostados en una nube y no en una cama, nos cubrimos con una estrella y empieza un auge de amor, ¡agárrate!, inicia una lluvia de estrellas y azufre después algo similar a un calambre en todo el cuerpo, más bien como una chispa que inunda cada nervio de placer. Sufre orgasmo que no puede huir del tiempo formando un infinito goce de respiraciones, sudor y voces que rugen; temblores, estremecimientos; auténticos terremotos mientras se escucha que algo cruje. ¡Oye! Lo que cruje no son los resortes del colchón ¡es mi corazón! Anda escapándose por la ventana, al final, relajados y abrazados exhalamos buen humor y empezamos de nuevo. 

Mi Sol yo sé que usted es un astro y es gloriosa, yo sé que soy como un diablo pero gracias a usted me vuelvo más dulce, hoy soy un diablo diabético; ayer fui un arcángel caótico pero hoy Dios me vuelve a ver sin tanto desprecio, tu buena fe se desprende y se me pega; eres oro macizo y yo aluminio chapado en oro, ese oro molido que me das con amor cada mañana y con el que me baño, para nada existe la monotonía, todo es nuevo y distinto, brillas al máximo y día a día no hace más que tu fuego avivarse.

De un momento a otro han pasado 273 días o algo así, mi Sol me has enseñado como das luz, como das a luz y el fruto de la cosecha es un hermoso ser; son días, semanas las que avanzan, son semanas, meses los que pasan y de repente son años. Es excelente hasta que comienzo a notar las grietas ¿Quién cerciora esta preciosa depresión? Zafiros que el cielo me llora ¿Es hora de dormir en un sueño?, ¿No es eso un engaño? ¡Yo sé que de verdad existes! Siento como pasan los años y es que los sueños a los minutos se derriten ¿No? Soy feliz y eso es suficiente y te vuelvo a besar para escapar de un universo a otro, estiro lo que la gente llama realidad, yo siempre te seré fiel no me importa que no seas de verdad siempre te pensaré aun cuando vuelva a anochecer...    

Despierto a oscuras en mi cueva con mi cara en una almohada, noto que no han pasados más de unos minutos de aquella última vez que había pegado una pestaña, y de pronto hay un cráter en mi mente, noto de nueva cuenta el vacío en el estómago, ¡todo aquello en este bellísimo capitulo no sucedió! me doy cuenta que tengo que hacer de tripas corazón y continuar con la lastimera vida que deje antes del sueño, continuar con mi vida sin el amor que tuve en ello mientras aparecen pensamientos que quieren suplirlo, los martillo; ideas que quieren ser hechos, los martillo por temor a quedarme dormido otra vez. Tan fenomenal como para llorar sin lágrimas, para amar sin tener corazón; sabes que me encantaría pasar mi vida junto contigo aunque ya solo existas en mis sueños… de verdad lo lamento, no puedo creerte tanto como para que abandones la ilusión y te conviertas en realidad; mi realidad.

Vuelvo a ver a mi alrededor, salgo de la cueva y la luz crepuscular se atenúa, no hay nada que pueda hacer para detenerlo, por fin, observo el cielo y está limpio, oscuro y totalmente vacío, ni un ruido más que la orquesta de las cigarras, ni un alma se encuentra presente en esta noche.  

Parte III del relato aquí.

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